28 de abril de 2011

Precaución con la moda

Últimamente los piercings están de moda, y más en esta época, en la que cada vez más jóvenes ya tenemos uno de ellos. Ya sea en la lengua, en el ombligo, en la ceja o en la nariz, todos de ellos requieren un cuidado que aunque nuestros amigos nos digan que no las han cumplido, nuestro cuerpo es diferente y aunque a tu amigo no la haya pasado nada a ti si te puede pasar. Los piercings no sólo pueden provocar lesiones, alergias, cicatrices, hemorragias e infecciones, sino que aumentan la posibilidad de contraer una dolencia contagiosa, que puede llegar a ser muy severa, según lo que indican los últimos estudios.
Durante los dos primeros meses después de la perforación, no debemos darnos baños largos, o meternos en el mar. Cada día deberemos limpiar el aro y la zona perforada. Dependiendo del lugar lo haremos con agua, jabón neutro o algún desinfectante como el pervinox, igualmente nos lo indicara con detalle nuestro perforador. Los tiempos de caracterización varían: de 2 a 3 semanas toman para curarse los piercings en los labios o en la lengua; de 4 a 6 los del lóbulo de la oreja: de 6 a 8 los de la ceña o la nariz; de 8 a 12 en los genitales: de 6 a 7 meses en el cartílago de la oreja y de 3 meses hasta 18 en el ombligo.
Esta práctica no sólo entraña los problemas habituales del piercing (rechazo, infección, picor, dolor...) sino que, dadas las insuficientes condiciones higiénicas en las muchas veces se practican, puede entrañar otros riesgos: transmisión de hepatitis B o C por vía sanguínea y, en casos extremos, el contagio del virus del sida.
Además del dolor y la hinchazón que puede provocar este adorno cuando es mal tolerado, puede producir un desagradable aumento del flujo salival, aparte de causar hipersensibilidad o alergia al metal.
El piercing en la lengua puede incluso dificultar el habla y la masticación, favorecer la aparición de un molesto tejido cicatrizante o lesionar los nervios de la lengua. También pueden producirse traumatismos en los dientes por el choque con la ‘joya’, por lo que si te pones uno, debes tener cuidado hasta que te acostumbres a llevarlo.

Muchos son los dentistas que desaconsejan esta práctica por razones obvias de salud:

- puede provocar una obstrucción de las vías respiratorias debido a la hinchazón e inhalación del metal
- aparición de hemorragias por una sección de las arterias que irrigan la lengua.

La lengua, más que cualquier otra parte del cuerpo, es susceptible al riesgo de infección. En su estado natural, la boca contiene numerosas bacterias, lo que favorece la aparición de infecciones si el piercing no ha sido bien desinfectado antes de su colocación. Estas infecciones pueden afectar desde las mandíbulas a toda la boca.

Si además la persona padece problemas dentales o bucales, colocarse un piercing en la lengua puede ser una mala idea, no sólo por el riesgo de infección adicional sino porque deberá ser retirado cada vez que sea necesario realizar una radiografía.

Seguir todos estos consejos porque en realidad esta moda tiene peligro.
                                                                                                                      Un saludo de Moda Xs.      

1 comentario:

  1. Excelente post!!!
    Es verdad, son lindos y todo el mundo tiene uno!!!Pero en general, los chicos olvidan que hay que cuidarlos e higienizarlos correctamente para evitar infecciones.
    Besos!!

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